26/4/15

No hace falta salir corriendo

Apaciguar y calmar la mente, y poder residir en la mente tranquilamente es el paso previo a la meditación. Puedo conseguir esto recordando que la inquietud y sensaciones desagradables que quizás encuentre inicialmente en mi interior no son en realidad insoportables. Son sólo sensaciones, sin ningún poder de causar ningún daño permanente. Tal como en la vasta extensión del cielo hay sitio para una tormenta, así, en la vasta extensión del espacio de la mente hay sitio para unas cuantas sensaciones desagradables. No hay problema. No hace falta salir corriendo. Las puedo permitir y aceptar felizmente. Y, si quiero, puedo examinar de dónde vienen, a dónde van, y cuál es su naturaleza. (cf. TyL)

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